Cuidado Masters, cuidado con la excesiva motivación y equipamiento que dais al grupo de jugadores. Vigilad vuestras palabras. Las cosas se pueden ir de "madre".
Individualmente, los jugadores son
controlables, pero al igual que a la sociedad, si les inyectas una dosis
excesiva de motivación, rabia y recursos, te la pueden liar bien parda; hasta
el punto de perder el oremus: "Que si yo soy un mártir, que si yo moriré
hasta conseguirlo, que si no pararé hasta el último plomo..." Son Furias desencadenadas
si tocas los "acordes" prohibidos de moral, valor, arrojo, venganza o
todo junto.
Yo lo denomino: Alquimia mental. Hay que tener mucho
cuidado al mezclar los sentimientos, sentires y sensaciones de los PJ's, ya que,
como resultado, podemos crear una fórmula altamente explosiva. Medid vuestras
palabras; de lo contrario, sin quererlo,
podéis crear un maremágnum de adrenalina, dopamina, histeria y desenfreno
destructivo.
A mí, como Master, me ocurrió, me dejé llevar. El
resultado fue una aldea totalmente arrasada. Esa no era la intención, pero fui
demasiado exaltante, motivante y provocativo. Aprendí la lección.
"La palabra es uno de los mayores
poderes"
Por desgracia, hay políticos que hacen uso de ese
poder sin tener en cuenta las consecuencias.
Jordi (@masterderol
en Instagram), posee
una amplia trayectoria como Master en juegos como: D&D, The Call of Cthulhu, Far West, Traveller, Paranoia, Kult, Caza
fantasmas, Star Wars, Stormbringer, Señor de los anillos, Mutantes en la sombra
(primera edición), Aquelarre, Vampiro,
Pendragon, Oráculo... Ahora, comparte aquí, en el Vector, sus muchas
experiencias con tod@s nosotr@s. ¡Y por qué no! Algún que otro relato también.
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