lunes, 18 de marzo de 2019

Poemas 9. “Jabberwocky” de Lewis Carroll (1871)


Y siguiendo con el tema de Alicia de la anterior entrada… El poema del Jabberwocky, fue sin duda lo que más me llamó la atención de Alicia a través del espejo. Escrito por el propio Lewis Carroll es hoy considerado uno de los mejores poemas sin sentido escritos en inglés. Y es por su propio sin sentido que la tarea de traducirlo al castellano o a cualquier otro idioma resulta tan complicada. He incluido más abajo la versión que a mí más me gusta (que no tiene por qué ser la mejor ni la más ajustada), la de Luis Maristany.

Jabberwocky


(Original de Lewis Carroll en Through the Looking Glass)
 
‘Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.
“Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!”
He took his vorpal sword in hand:
Long time the manxome foe he sought-
So rested he by the Tumtum tree,
And stood awhile in thought.
And as in uffish thought he stood,
The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
And burbled as it came!
One, two! One, two! and through and through
The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
He went galumphing back.
“And hast thou slain the Jabberwock?
Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!”
He chortled in his joy.
‘Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.
 

Traducido por Luis Maristany


Era cenora y los flexosos tovos
en los relonces giroscopiaban, perfibraban.
Mísvolos vagaban los vorogovos
y los verdiranos extrarrantes bruchisflaban.

Ocúltate, hijo mío, de Jabberwock brutal,
de sus dientes de presa y de su zarpa altiva;
huye al ave Jubjub y por último esquiva
a Bandersnatch feroz, humérico animal.

El muchacho empuñó la espada vorpalina,
buscó con mucho ahínco al monstruo manxiqués;
llegado a un árbol Tántum, se apoya y se reclina,
pensativo, un buen rato, sin moverse, a sus pies.

Y en tanto cavilaba el joven foscolérico,
se acercó Jabberwock con mirada de roca:
resoplaba en su avance por el bosque quimérico,
de tanta rabia espuma arrojaba su boca.

¡Uno y dos! ¡Uno y dos! Y de uno a otro lado
la vorpalina espada corta y taja, tris-tras:
lo atravesó de muerte. Trofeo cercenado,
su cabeza exhibía galofante, al compás.

¿Lograste -dijo el padre- matar a Jabberwock?
¡Déjame que te abrace, solfulgente hijo mío!
¡Oh día frabuloso! Clamó: ¡Calú…! ¡Caloc!
Y el viejo runquirriaba con placentero brío.

Era cenora y los flexosos tovos
en los relonces giroscopiahan, perfibraban.
Mísvolos vagaban los borogovos
y los verdirranos extrarrantes gruchisflaban.

 

sábado, 2 de marzo de 2019

Con dibujos 4. Alicia en el País de las Maravillas

Género: Album Ilustrado
Subgénero: Juvenil / Fantasía
Autor: Lewis Carroll / Ilustraciones de Rébecca Dautremer
Título: Alicia en el País de las Maravillas (Alice's Adventures in Wonderland, 1865)
Año:2015
  

Sinopsis:

Un día aburrido como tantos otros, Alicia se duerme y de este modo entra en el País de las Maravillas de la mano del Conejo Blanco. Allí conocerá a la Falsa Tortuga, la Reina de corazones, el Gato de Chester, la Duquesa, el Sombrerero Loco o la Liebre de Marzo, entre muchos otros personajes fantásticos con los que vivirá aventuras de lo más variopintas.


Alicia en el País de las Maravillas es sin duda de uno de los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil. Estoy casi segura de que muchos de vosotros habréis visto alguna de las películas de animación o imagen real que se han filmado sobre tan famoso personaje. Pero… ¿Cuántos de vosotros habéis leído en realidad el libro en el que se basan esos guiones? Pensando, pensando,… creo que podría contar con los dedos de una mano las personas que conozco que lo hayan hecho (y hasta me parecen muchas). No deja de resultar sorprendente, aunque si me pusiera a hacer una encuesta llegaría a los mismos resultados con la mayoría de los clásicos de aventuras que han sido llevados a la gran pantalla.

Hace bastantes años sufrí una especie de rebeldía cultural y me dediqué durante una buena temporada a comprar y leer ese tipo de literatura para comprobar hasta qué punto Hollywood tergiversaba las historias que los autores vertían en sus palabras.

Alicia en el País de las Maravillas fue una de esas adquisiciones. Un libro de bolsillo de Plaza y Janés en su colección Ave Fénix con pequeñas ilustraciones en blanco y negro.  Una edición en la que se incluían: Alicia en el País de las Maravillas, Alicia a través del espejo y La caza del Snark. Fue mi primera incursión en ese mundo maravilloso y absurdo creado por Lewis Carroll. Unas historias, que por estrafalarias y excesivas, nunca me llegaron a cuajar del todo.

Pero si sentís curiosidad por este universo del absurdo una buena forma de introduciros en él sería esta obra de gran formato editada por Edelvives que hoy os presento. Se trata  de Alicia en el País de las Maravillas ilustrado por una vieja conocida, Rébecca Dautremer, con su fastuoso y personalísimo estilo fácilmente reconocible (se trata de la misma ilustradora de El diario secreto de Pulgarcito).