sábado, 23 de junio de 2018

Con dibujos 1. El astronauta García

Género: Cómic
Subgénero: Ciencia Ficción / Humor
Autor: Santi Alonso Velasco
Título: El astronauta García
Año: 2012


Sinopsis:
 
“He visto cosas que jamás creeríais… bueno… he visto cosas que ni yo me las creo… porque detrás de la última frontera hay mucha cosa rara.”
Santi Alonso Velasco nos muestra un rico universo muy particular mediante su ¿inocente? personaje, el astronauta García.
Es este un pequeño paso para el hombre… pero un gran salto para todos los García del mundo… ¡Que tiemble el espacio no-conocido!

 
Este es el típico libro que jamás encontrarás en la lista de los más vendidos, ni siquiera en los mostradores destacados de las librerías; pero ellos se lo pierden.

Es de esas cositas que… paseando por la librería y ojeando sus estanterías, descubres un poco por casualidad: te llama la atención el formato y el título, lo coges, lo abres, lees un par de viñetas, te arranca una sonrisa… y te enamoras. Estás atrapada. Ya no te queda más remedio que adoptarlo y llevártelo a tu casa para disfrutarlo con calma y cómodamente sentada en el sofá.


 

viernes, 15 de junio de 2018

Poemas 3. "La canción del pirata" de José de Esproceda

José de Espronceda

La canción del pirata
(1840) 
 

Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
 
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul;
Navega velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza,
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
 
Veinte presas
hemos hecho
a despecho,
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar. 

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
 
Que es mi barco mi tesoro,
 que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
 
A la voz de ¡barco viene!
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
 
Que es mi barco mi tesoro,
 que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
 
¡Sentenciado estoy a muerte!;
yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena
quizá en su propio navío.
Y si caigo
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
de un esclavo
como un bravo
sacudí.
 
Que es mi barco mi tesoro,
 que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
 

Son mi música mejor
aquilones
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado
arrullado
por el mar.
 
Que es mi barco mi tesoro,
 que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
 
 
 
 

 
 

martes, 5 de junio de 2018

Momentos 12. "Hijos de Dune" de Frank Herbert


No debo tener miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo.

………

 
Estaba hablando del mito popular de la prescencia: ¡Conocer absolutamente el futuro! ¡Todo él! Qué fortunas podrían ser acumuladas… y perdidas… con tal conocimiento absoluto, ¿no? La chusma cree esto. Cree que si un poco de algo es bueno, mucho más tiene que ser mejor. ¡Qué maravilloso! Pero si le das a alguien el escenario completo de su vida, todas sus acciones y palabras hasta el momento de su muerte… qué regalo infernal sería ese. ¡Qué profundo aburrimiento! A cada instante de su vida se vería obligado a representar aquello que conocía ya absolutamente. Sin ninguna diversión. Podrían anticipar cada respuesta, cada palabra… una y otra vez y otra y otra y otra y… - agitó la cabeza – La ignorancia tiene sus ventajas. ¡Un universo de sorpresas, ese es todo mi ruego!

 

Favoritos 12. Dune

Género: Novela
Subgénero: Ciencia Ficción 
Autor: Frank Herbert
Título: Dune
Año: 1965


Sinopsis:
 
Arrakis es el único planeta de todo el Imperio Galáctico en el que se cultiva la Melanie, la Melanie, la llamada “especia de las especias”; notable por sus cualidades geriátricas, resulta vital para los viajes por el hiperespacio. Pero no es la melange el único rasgo distintivo de Arrakis, un planeta desértico en el que el agua es el bien más preciado, y cuya ecología haría parecer un vergel el más seco de los desiertos terrestres. En este infierno inhabitable viven, entre otros, los Fremen, una orgullosa tribu libre que se ha adaptado a las extremas condiciones climáticas…. y los impresionantes gusanos de arena, una especie autóctona que alcanza tamaños descomunales.
Los Harkonnen, una poderosa familia noble, intentan hacerse con el control del planeta, desatando una serie de sangrientas intrigas en las que no solo se juega el destino de Arrakis, sino de todo el imperio. Sin embargo, no cuentan con la intervención de Paul Atreides, un joven dotado de extraños poderes adivinatorios que está destinado a convertirse en líder, profeta y mesías de los Fremen…
 
 
Nadie puede negar que “Dune” es uno de los grandes clásicos de la literatura; clasificada por muchos como una obra maestra, y reconocida como una de las mejores sagas de ciencia ficción de todos los tiempos. Premio Nébula de 1965 a la mejor novela de ciencia ficción y Premio Hugo en 1966.
Al igual que me ha sucedido en otras ocasiones, llegué a esta historia después de ver una película: "Dune" de David Lynch (1984). Extraña, críptica e hipnótica a partes iguales. En aquella ocasión salí del cine sin tener muy claro si me había gustado o no (cosa bastante frecuente con las obras de Lynch. Necesito tiempo para procesarlas, aunque generalmente el resultado es positivo). La película, interpretada por Kyle MacLachlan, Silvana Mangano, Brad Dourif, José Ferrer y Sting, entre otos, contaba con una producción lo suficientemente original y bizarra como para llamar mi atención en una época en la que devoraba cualquier cosa que oliera a ciencia ficción. Sin embargo, la historia… me resultó demasiado compleja y un tanto… extraña. Había muchos diálogos internos de los personajes, y no se daban demasiadas explicaciones sobre el motivo de dicha actuación (hay que tener en cuenta que yo desconocía por completo la obra de Herbert en aquel momento). Parece ser que, parte de la culpa de que esto así sucediera la tuvo el productor Dino De Laurentiis.

El film de David Lynch, no pudo ser lo que en un principio tenía en mente el cineasta a la hora de rodarla. La película, con un metraje inicial de 8 horas, fue reducida por el propio Lynch a 5 horas para su exhibición cinematográfica. Sin embargo Dino de Laurentiis y su hija le obligaron a hacer una reducción importante de montaje, dejándola en 137 minutos, con las consecuencias que ello conllevó cuando fue exhibida al público. Este inconveniente con Dino de Laurentiis provocó que Lynch acabara aborreciendo la película además de prometerse no volver a trabajar nunca más con grandes productores.
¡En fin! ¡Cosas del cine! Nos quedamos con las ganas de visionar esas ocho horas de Dune que estoy segura habrían llenado las carencias del guión. Y a pesar de ello, os puedo asegurar que esta es una de las mejores adaptaciones cinematográficas que he visto, pues retrata con fidelidad el universo creado por Herbert (claro que esto lo descubriría años más tarde, cuando la novela llegó a mis manos).
 
 
Fue en 1999, cuando me tropecé con “Dune” en el catálogo de Círculo de Lectores. Como de costumbre, mi curiosidad venció a mis ambivalentes recuerdos de la película: necesitaba conocer aquella historia de primera mano. Comencé a leer… y fue un no parar. Todo quedaba claro ahora. La fascinante historia de Arrakis y sus gentes cobraba un nuevo sentido. Aquello extraños diálogos que aparecían en la película tenían su razón de ser en aquel complejo y peligroso mundo repleto de guerras y batallas; traiciones cortesanas y amores eternos; maniobras políticas y sectas religiosas; intereses espurios y nobles ideales; drogas que desarrollan la mente y espectaculares paisajes naturales… En definitiva, un mundo inolvidable del que seguí disfrutando en sus siguientes entregas:
 

- El mesías de Dune (1969)
- Hijos de Dune (1976)
- Dios emperador de Dune (1981)
- Herejes de Dune (1984)
- Casa Capitular de Dune (1985)
 
 
En este punto, Frank Herbert falleció dejándome con la miel en los labios. Los personajes vagaban por el espacio sin saber muy bien qué iba a ser de ellos. ¿Tendría que imaginarme un final para tan fantástica historia? La solución vino de la mano de su hijo Brian Herbert y el escritor de ciencia ficción Kevin J. Anderson que decidieron (según ellos, siguiendo los escritos dejados por su padre antes de morir) darle una conclusión a la saga con:
 

-Cazadores de Dune (2002/2004)
- Gusanos de arena de Dune (2007)
 

No me disgustó demasiado el final, pero siempre me quedará la duda… ¿Habría sido esa la conclusión ideada por Frank Herbert?
En definitiva, un magnifico relato que recomiendo a cualquier amante del género sin dudarlo ni un segundo. Una historia fascinante y densa donde un personaje completamente secundario en “Dune”, termina convirtiéndose en el trascurso de la saga en el protagonista absoluto, y digamos que… involuntario.