sábado, 26 de diciembre de 2020

De rincones y esquinas. "Notas a pie de página"

 


Francisco Santos Muñoz Rico, poeta, novelista, escritor polifacético. Autor de las novelas: “La ciudad de los infrahombres, “El zombi, “Aquí hay monstruos”, Juego de sueños”, “Trozo de carne. El pan y la sangre” y “La asesina” (todas ellas disponibles en Amazon). Colaborador en el blog Dentro del Monolito. Podéis seguir sus andanzas en Facebook y en su cuenta de Instagram: @franky_le_marchant


Frases de Libros 12. Terry Pratchett "Brujas de viaje"

 

Lo malo no es estar en el mismo lugar —dijo Tata—. Lo malo es no dejar que viaje tu mente.




sábado, 19 de diciembre de 2020

De rincones y esquinas. "Dulces sentimientos de una mañana decembrina"

 



Francisco Muñoz Rico, poeta, novelista, escritor polifacético. Autor de las novelas: “La ciudad de los infrahombres, “El zombi, “Aquí hay monstruos”, Juego de sueños”, “Trozo de carne. El pan y la sangre” y “La asesina” (todas ellas disponibles en Amazon). Colaborador en el blog Dentro del Monolito. Podéis seguir sus andanzas en Facebook y en su cuenta de Instagram: @franky_le_marchant


jueves, 17 de diciembre de 2020

Cuentos 10. "Un recuerdo navideño" de Truman Capote

Género: Cuento

Subgénero: Costumbrismo / Navidad

Autor: Truman Capote

Título: Un recuerdo navideño

Año: 1952

 

Sinopsis:

En este delicioso cuento ambientado en la época de la Gran Depresión, el pequeño Buddy (muy posiblemente el mismo Truman Capote), relata la última Navidad pasada en compañía de una alocada y original prima lejana.

Un recuerdo entrañable envuelto en el dulce aroma de las tartas recién horneadas, y en el que los rituales navideños por ellos mismos establecidos conforman el inocente universo al que solo ellos saben dar sentido. Una historia  entrañable, de amistad verdadera e inquebrantable, entre un niño de siete años y una mujer de más de sesenta con alma de niña, que nos hace reflexionar sobre el valor de las pequeñas cosas y los momentos compartidos con las personas a las que realmente amamos.  

Un relato cargado de nostalgia y en el que unas sencillas cometas fabricadas por ellos mismos se convertirán en el símbolo que los una a través del tiempo y la memoria. 



sábado, 12 de diciembre de 2020

De rincones y esquinas. "Acariciando el hilo"

 




Francisco Muñoz Rico, poeta, novelista, escritor polifacético. Autor de las novelas: “La ciudad de los infrahombres, “El zombi, “Aquí hay monstruos”, Juego de sueños”, “Trozo de carne. El pan y la sangre” y “La asesina” (todas ellas disponibles en Amazon). Colaborador en el blog Dentro del Monolito. Podéis seguir sus andanzas en Facebook y en su cuenta de Instagram: @franky_le_marchant


Frases de Libros 11. C. W. Ceram “Dioses, tumbas y sabios”

Si nosotros, seres humanos, queremos recibir una buena lección de modestia, no necesitamos elevar los ojos al cielo estrellado. Nos basta con echar una mirada a aquellos mundos de cultura que existieron milenios antes que nosotros, que fueron grandes antes que  nosotros, y que antes que nosotros se hundieron.


jueves, 10 de diciembre de 2020

Nuevas Letras. "Aquí hay monstruos" de Francisco Santos Muñoz Rico


Género:
Novela

Subgénero: Terror / Fantasía

Autor: Francisco Santos Muñoz Rico

Título: Aquí hay monstruos

Año:

Podéis seguir al autor en Facebook y en su cuenta de Instagram: @franky_le_marchant


Sinopsis:

Todo lo que usted puede saber sobre el autor está en estas páginas, que son casi totalmente autobiográficas.

Terror, fantasía, situaciones grotescas, muerte, vida. Los muertos no callan.


¿Qué decir de este libro? ¿Por dónde empezar? Comencemos con su autor: Francisco Santos Muñoz Rico, un tipo peculiar que no deja de sorprenderme con cada una sus obras. Dotado de una facilidad increíble tanto para el verso como la prosa, su estilo es duro, crudo, descarnado, pero delicado y firme cual escalpelo bien dirigido. Con “La ciudad de los infrahombres” me trasportó a un mundo plagado de zombies. Una aventura de acción trepidante y situaciones acordes con los cánones clásicos del género Z, pero con una evolución de la trama y un final totalmente inesperados. No menos inesperado y disfrutable es el angustioso e interminable túnel por el que nos internaremos para descubrir “Aquí hay monstruos”. Una novela que me ha encandilado por su sinceridad, por la precisión y riqueza de su lenguaje (una sana envidia me corroe cada vez que leo alguna de sus frases) y, sobre todo, por la contagiosa melancolía que desprenden cada una de sus páginas (no por nada la ambientación está sacada de la propia infancia del autor, transcurrida en Melilla).

Una historia con escenas duras, muy duras, no debemos olvidarlo. Sobre todo, esas en las que aparecen los monstruos cotidianos con los que podemos tener la desgracia de toparnos en cualquier pueblo o ciudad; monstruos de dos patas a los que consideramos humanos cuando no son más que bestias sin alma ni corazón que disfrutan con el sufrimiento ajeno, sobre todo si es el de los más inocentes: los niños.

Luego están esos otros monstruos, más informes e imprecisos, que se esconden en las sombras, en los recovecos más oscuros y retorcidos de nuestra mente, en los rincones más pútridos y perversos de nuestro subconsciente. Igual de reales que los anteriores, pero a los que, con determinación y fuerza de voluntad, se puede llegar a derrotar con la poderosa magia de un libro.

Son numerosas las referencias literarias que aparecen a lo largo de la terrorífica aventura de Fran (¿casualidad que le protagonista se llame así?) y sus amigos: Flecha Negra, El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Conde de Montecristo… pues son los libros las armas de las que disponen los pequeños para escapar de la sucia y terrible realidad que amenaza con atraparlos para siempre.

Se trata de un libro delgadito, 120 páginas, ¡clavadas! Pero he tardado dos semanas en leerlo. Cierto que últimamente saco poco tiempo para dedicarlo a la lectura, pero es que tampoco tenía prisa por llegar al final. He transitado por él de forma pausada, disfrutando cada una de sus páginas. Un capítulo o dos por día, no más. ¿Creéis que se me hacía pesado o aburrido y que por eso no avanzaba más? ¡Para nada! Como ya he dicho antes, las referencias literarias son abundantes y explícitas, y disfruté enormemente recordando esas viejas historias leídas hace tanto tiempo (y que no dejan de ser recuerdos compartidos con el autor; pura nostalgia). Pero luego están esas otras asociaciones que tu propia mente genera y que hacen que te enredes y entretengas por el camino.

Comienza la novela… Niños, verano, un edificio misterioso y maldito, aventuras, ficción y realidad, mundos paralelos… No hace mucho que leí un libro que comenzaba de igual manera: “Un verano tenebroso” de Dan Simmons (cuyo final me decepcionó bastante, todo hay que decirlo). Túneles infinitos, puertas, muchas puertas, mundos dentro de otros mundos… Y a la mente me venía “Coraline” de Neil Gaiman o la serie de televisión “Stranger Things”. Un niño deforme… ¿Cómo no acordarse de Sloth Fratelli en la película “Los Goonies”? Y seguimos adelante hasta llegar a una misteriosa costa en la que refugiarse y recapitular… ¿No os viene a la mente cierta playa de la saga “La Torre Oscura”, de Stephen King)?...

Como veis, no ha habido tiempo para el aburrimiento en esta historia preñada de horrores y miedos; pero también salpicada de añoranzas y recuerdos. Un relato que me ha parecido terrorífico en ocasiones, entrañable en otras. ¡Sí, entrañable! Yo he optado por quedarme con la nostalgia que siempre desprende la pérdida de la infancia y la inocencia; y sobre todas las cosas, me quedo con el poder que el autor ha concedido a los libros y a la imaginación para salvarnos del mundo y sus miserias (aunque solo sea durante unos breves capítulos). ¡Puf!

El bueno de Franky suele decir que son cuatro gatos los que leen sus libros. Y yo digo: ¡Gat@s del mundo! ¡Alzaos! Seremos legión…

Por cierto…  “Al infierno se va por aquí”


martes, 8 de diciembre de 2020

sábado, 5 de diciembre de 2020

De rincones y esquinas. "Luces de Navidad"

 


Francisco Muñoz Rico, poeta, novelista, escritor polifacético. Autor de las novelas: “La ciudad de los infrahombres, “El zombi, “Aquí hay monstruos”, Juego de sueños”, “Trozo de carne. El pan y la sangre” y “La asesina” (todas ellas disponibles en Amazon). Colaborador en el blog Dentro del Monolito. Podéis seguir sus andanzas en Facebook y en su cuenta de Instagram: @franky_le_marchant


miércoles, 2 de diciembre de 2020

Nuevas Letras. "El Cuarto Apóstol" de Francisco Javier Olmedo Vázquez


Género:
Novela

Subgénero: Terror Cósmico

Autor: Francisco Javier Olmedo Vázquez

Título: El Cuarto Apóstol

Año: 2020

 


Sinopsis:

«Año 1611 de Nuestro Señor.

Encomendados por orden del Consejo de la Suprema Inquisición de Logroño, dos frailes dominicos parten hacia tierras andaluzas con la intención de recopilar de los lugareños testimonios que demuestren que hay más de ignorancia e incultura en las denuncias por brujería que de auténtica herejía. Siguiendo el rumor de las leyendas más impopulares, los monjes alcanzan una aldea perdida en las entrañas de Sierra Morena a la que no sólo Dios decidió dar de por siempre la espalda, sino que el mismo universo lucha desde hace siglos por alejar de sí su inmundicia. Porque lo que en Almuracín de la Piedra Viva ocurre no es propio de hombres ni tampoco de bestias. Lo que en Almuracín sucede no es digno ni del mismísimo Satanás».


L@s que me conocéis ya sabéis que no soy de largas y sesudas reseñas. Lo siento, soy muy básica en ese sentido. O me gusta o no me gusta; me dice algo o no me dice nada. Cuando me sumerjo en una historia en lo que menos pienso es en ir analizando punto por punto cada una de sus palabras o las motivaciones e intenciones del autor. Y estas son mis impresiones sobre "El Cuarto Apóstol", la última novela de Francisco Javier Olmedo Vázquez ( @olmedo.horror.books para los usuarios de Instagram)

¿Un libro par a recomendar? ¡Sin duda! ¿Para todo el mundo? ¡No! Sólo para lectores de estómagos curtidos y mentes abiertas, dispuestos a adentrarse sin miedo ni prejuicios en el desquiciado y sangriento universo del Dios de la Carne. No es un texto de fácil lectura. Hay que atacarlo con calma, procesando cada una de sus palabras, que nos introducen de forma convincente y magistral en esa España inmersa en la caza de cualquier herejía que ponga en peligro la supremacía de la Iglesia Católica.

Dos dominicos, fray Teófilo y el hermano Toribio Mendizábal, son enviados a Almuracín de la Piedra Viva (aldea perdida en las entrañas de Sierra Morena), para investigar los extraños acontecimientos que allí tienen lugar. ¡Pobres! ¡No saben lo que allí les espera! Un viaje iniciático hacia las mismas entrañas del más oscuro y terrible de los cultos. Un periplo que puede que os recuerde al de Dante por los diferentes círculos del Infierno, pero, ¡nada que ver! Aquí será una mujer, Mencía, quien guíe a nuestros protagonistas (y a nosotros mismos) por los diferentes "Milagros", que a modo de espeluznantes estaciones de vía crucis, componen ese reino de dolor, sangre y sufrimiento extremo que conducen hasta el Divino Prodigio.

Un relato que no os dejará indiferentes. Un libro que deberéis leer hasta la última de las palabras manuscritas de fray Teófilo para descubrir la auténtica verdad que su historia esconde.

Y como siempre sucede con los libros de nuestro querido Javier, mención aparte merece su cuidadísima edición (realizada en su integridad por él mismo). Toda ella magnífica y atrayente; desde la portada, pasando por la variada y acertada tipografía, las ilustraciones, el glosario (muy necesario dada la gran cantidad de términos relacionados con este herético culto) o la bibliografía.


Una historia fascinante. Una magnífica opción como regalo de Navidad para osados aventureros amantes del terror cósmico y los mundos y realidades que lo componen.

 
Aunque en realidad, nadie en su sano juicio debería acercarse mucho por Almuracín de la Piedra Viva. Su integridad correrá grave peligro, en más de un sentido.
Un pueblo maldito, insano, demente, llamado a convertirse en uno de esos lugares míticos para los estudiosos de lo extraño y sobrenatural.