Sí, parece absurdo, pero hay que hacer hincapié en ello. Todos los personajes no jugadores que aparecen en tus partidas han de ser singulares. No caigas en la monotonía de la representación e interpretación. Ahí comenzará tu caída como buen Máster. Que cada personaje con que se topen tus jugadores sea único.
Dota a cada uno de ellos de personalidad propia. Trabaja
este aspecto; dotarás de peso argumental a tus módulos o campañas.
Tenderos, mendigos, guardas de fortaleza,
vagabundos, campesinos, policías, detectives, criaturas fantásticas,
profesores, y un largo etcétera. Ell@s merecen una identidad única. Darás así
"color" a tus partidas. Trabájalo. Por muy modesto que sea su papel,
cúrrate, uno a uno, todos aquellos seres que aparecerán
en la partida.
Codiciosos, hipocondríacos, desconfiados, huraños,
calculadores, visionarios, megalómanos, detallistas, generosos, traicioneros...
Tartamudos, tullidos, ciegos, mudos, tuertos, locos, drogadictos, paranoicos…
Conjuga todas esas facetas y más; mézclalas y
añade tu toque. Conseguirás un perfil único para tus creaciones; sorprenderás a
tus jugadores con ello.
Aumentarán las expectativas de tu grupo cada vez
que comiencen una nueva partida, una nueva historia. No tendrán la menor idea
de con qué se toparán.
Trabaja en ello y verás cómo sumas puntos.
Jordi (@masterderol en Instagram), posee una amplia trayectoria como Master en juegos como: D&D, The Call of Cthulhu, Far West, Traveller, Paranoia, Kult, Caza fantasmas, Star Wars, Stormbringer, Señor de los anillos, Mutantes en la sombra (primera edición), Aquelarre, Vampiro, Pendragon, Oráculo... Ahora, comparte aquí, en el Vector, sus muchas experiencias con tod@s nosotr@s. ¡Y por qué no! Algún que otro relato también.
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