Son tiempos de dolor y pérdida para
la ancestral y reverenciada Orden del Draco. Sus miembros son perseguidos y
cruelmente masacrados por los esbirros del Rey Brujo. Preservar los
conocimientos que muchas de esas almas atesoran se ha convertido en una prioridad
para la Orden, pues solo así podrán contrarrestar el creciente poder de los oscuros
Nigromantes.
Índigo, un veterano Dracón curtido
en mil batallas, será inesperadamente convocado por sus Maestros para recuperar
el preciado legado del Hermético Timerith. Pero tan importante misión no
resultará tal como habían imaginado...
El Dracón
y el Lobo de Fuego es una nueva incursión de la autora Yolanda Martín en el mundo
de Aurrimar. Una historia cargada de
acción, aventuras y almas que reconciliar con un doloroso pasado que les
atormenta y condiciona su existencia.
Este otro texto lo escribí un poco más tarde. Creo que me gusta más pero ya era tarde para cambiarlo. Una lástima:
Índigo, un veterano y solitario Dracón
curtido en mil batallas, será inesperadamente convocado por sus Maestros para
recuperar el alma del Hermético Timerith. Siempre guiado por las huellas
celestiales enviadas desde el Templo de los Misterios, intentará llevar a buen
término una misión que pondrá a prueba tanto la habilidad de su espada como la firmeza
de su espíritu. Una misión que no resultará tan simple como en un principio había
imaginado; una misión que le enfrentará a un doloroso pasado que ya creía
olvidado…
Gmork
se ensañó al ver el espanto de Atreyu. La conversación lo animaba visiblemente.
Tras una pequeña pausa siguió diciendo:
-¿Me preguntas qué serás allí? ¿Y qué eres aquí? ¿Qué sois los seres de
Fantasía? ¡Sueños, invenciones del reino de la poesía, personajes de una
Historia Interminable! ¿Crees que eres real, hijito? Bueno, aquí, en tu mundo,
lo eres. Pero, si atraviesas la Nada, no existirás ya. Habrás quedado
desfigurado. Estarás en otro mundo. Allí no tenéis ningún parecido con vosotros
mismos. Lleváis la ilusión y la ofuscación al mundo de los hombres. ¿Sabes,
hijito, lo que pasará con todos los habitantes de la Ciudad de los Espectros
que han saltado a la Nada?
-No -tartamudeó Atreyu.
-Se convertirán en desvaríos de la mente humana, imágenes del miedo cuando, en
realidad, no hay nada que temer, deseos de cosas que enferman a los hombres,
imágenes de la desesperación donde no hay razón para desesperar...
-¿Todos seremos así? -preguntó Atreyu espantado.
-No -replicó Gmork-, hay muchas clases de locura y ofuscación; según lo que
sois aquí, hermosos o feos, tontos o listos, seréis allí mentiras hermosas o
feas, tontas o inteligentes.
-Y yo -quiso saber Atreyu-, ¿qué seré yo?
Gmork
sonrió irónicamente.
-Eso no te lo digo, hijito. Ya lo verás. O, mejor, no lo verás, porque ya no
serás tú. Atreyu calló, mirando al hombre-lobo con ojos muy abiertos. Gmork
continuó:
-Por eso los seres humanos odian y temen a Fantasía y a todo lo que procede de
aquí. La quieren aniquilar. Y no saben que, precisamente así, aumentarán la
oleada de mentiras que cae ininterrumpidamente en su mundo... esa corriente de
seres desfigurados que tienen que llevar allí una existencia ficticia de
cadáveres vivientes y envenenan el alma de los hombres con su olor a podrido.
Los hombres no lo saben. ¿No es gracioso?
Título: La historia Interminable (Die unendliche Geschichte)
Año: 1979
Sinopsis:
¿Qué
es Fantasía? Fantasía es la Historia Interminable. ¿Dónde está escrita esa
historia? En un libro de tapas color cobre. ¿Dónde está ese libro? Entonces
estaba en el desván de un colegio... Estas son las tres preguntas que formulan
los Pensadores Profundos, y las tres sencillas respuestas que reciben de
Bastián. Pero para saber realmente lo que es Fantasía hay que leer ese, es
decir, este libro. El que tienes en tus manos.
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un grave
peligro. La salvación depende de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de
los pieles verdes, y Bastián, un niño tímido que lee con pasión un libro
mágico. Mil aventuras les llevarán a reunirse y a conocer una fabulosa galería
de personajes, y juntos dar forma a una de las grandes creaciones de la
literatura de todos los tiempos.
La
historia Interminable fue sin duda un libro de referencia en lo que a literatura
fantástica se refiere durante la década de los ochenta del siglo pasado. Su
éxito fue tal que incluso se rodó una película inspirada en el mismo (un
verdadero horror para mi gusto). Yo lo leí en 1984 y desde entonces he vuelto a
él en numerosas ocasiones. Se trataba de una bonita edición de Círculo de
Lectores que ya solo por sus ilustraciones al inicio de cada capítulo y su
texto a dos tintas animaba a introducirse en aquel imaginativo universo.
Un relato de pura fantasía pero con
un trasfondo mucho más profundo del que cabría esperar. Una historia para todos
los públicos. Una historia atemporal que, aunque ya nadie hable de ella,
debería estar por siempre en las estanterías de todos aquellos amantes de la lectura y la
fantasía en particular. Un verdadero clásico del género.
Son muchas las personas que se
resisten a leer nada que tenga algo que ver con mundos imaginarios alejados de
la más cruda realidad. Consideran el género un mero entretenimiento para niños
o jóvenes, con argumentos e historias demasiado alejados de su día a día
cotidiano como para tenerlos en consideración o dedicarles la más mínima
atención. ¡No podrían estar más equivocados! Los mundos fantásticos no surgen
de la nada. Son una forma de camuflar la realidad, de distorsionar la sociedad
en la que vivimos, de contar verdades de forma disimulada para hacerlas más
digeribles… Los personajes que pueblan dichos relatos aman, lloran, sufren, se
preocupan por sus familias y por su bienestar… de la misma forma que lo hacen los
protagonistas de las novelas históricas, románticas o de crímenes y asesinatos
tan de moda últimamente.
Al fin y al cabo la fantasía no es
más que otra forma de abordar la realidad, tal como decía el propio autor,
Michael Ende, en una entrevista a El País
del 22 de Abril de 1984:
Cuando
nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el
camino opuesto. No soy yo quien ha inventado dicho método. Para llegar al
paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno. Para descubrir las
Indias, Cristóbal Colón levó anclas en dirección a América. Para encontrar la
realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico.
Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero
abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo
fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin
embargo, hay siempre un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad
y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse:
separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido.
Corren
malos tiempos en el reino de Ondrat. Ejercer de paladín de la justicia se ha
vuelto un oficio peligroso. Los Husmeadores Negros recorren los dominios del
Rey Brujo portando sus misteriosas Cajas Buscadoras, acechando, capturando y
ejecutando sin piedad a todo aquel opositor al nuevo régimen instaurado por los
Nigromantes vulkerios; siendo los miembros de la antigua y reverenciada Orden
del Draco sus más apetecibles objetivos.
Índigo, un veterano Dracón curtido en mil batallas y atormentado por un pasado
que cree olvidado, ansía regresar al que considera su único hogar: el Templo de
los Misterios. La inusual misión que sus Maestros le han encomendado se
presenta ante sus ojos como la disculpa perfecta para iniciar el camino de
vuelta. Pero recuperar el alma del Hermético Thimerit no resultará tal como
habían imaginado…
El Dracón y el lobo de fuego es una nueva incursión
en elmundo creado por la autora en su
anterior trilogía Aurrimar. La leyenda
del Dios Errante.
Los
lectores habituales se encontrarán en este nuevo relato con viejos conocidos,
tanto en el prólogo como en el epílogo, ya que la narración enlaza directamente
con el último libro de la trilogía.
Sin
embargo, esta es una historia que se puede disfrutar independientemente de los
anteriores libros. Los que se acerquen por primera vez a esta serie pueden
saltarse si lo desean el prólogo y el epílogo y disfrutar sin problemas de esta emocionante
aventura.
Espero
que todo el mundo disfrute con las andanzas del Dracón. Y para ir abriendo
boca, aquí os dejo un enlace en el que poder leer el primer capítulo completo:
Hoy
no me he podido resistir a realizar un ejercicio de nostalgia. Lo siento, pero
de pequeña me encantaban las canciones de Rosa León y El
Brujito de Gulubú(de la poetisa argentina María
Elena Walsh) era sin duda mi favorita.
Queda
inaugurada esta nueva sección. Espero que las disfrutéis.
El brujito de Gulubú o Canción de la vacuna
Había una vez un bru,
un brujito que en Gulubú
a toda la población
embrujaba sin ton ni son.
Pero un día llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacunaluna lunalú.
La vaca de Gulubú
no podía decir ni mú.
El brujito la embrujó
y la vaca se enmudeció.
Pero entonces llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna
lú.
Los chicos eran todos muy bu,
burros todos en Gulubú.
Se olvidaban la lección
ó sufrían de sarampión.
Pero un día llegó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó?
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna
lú.
Ha sido el brujito el ú,
uno y único en Gulubú
que lloró, pateó y mordió
cuando el médico lo pinchó.
Y después se marchó el Doctorrrr
manejando un cuatrimotorrrr
¿Y saben lo que pasó? Tomado de AlbumCancionYLetra.com
¿No?
Todas las brujerías
del brujito de Gulubú
se curaron con la vacú
con la vacuna
luna luna
lú.
El horror de Dunwich está ambientado en los
años 20, y narra la historia de Wilbur Whateley, de padre desconocido, un ser
deforme de rasgos cabríos y crecimiento desmesurado que tiene atemorizados a
personas y animales por su aspecto desagradable. Instruido por su abuelo, el
viejo Whateley en la magia negra y la brujería, Wilbur desea acceder al libro
prohibido, el Necronomicón, para
abrir el portal dimensional que permita el regreso de Yog-Sothoth. Pero el
secreto no puede, no debe, ser revelado a los hombres: las fuerzas del mal
perviven y pueden invocarse. Una vez desatadas, el mundo conocerá su
Apocalipsis.
No podía faltar en mi colección uno
de los grandes clásicos de la fantasía y el terror como es H.P. Lovecraft. Creador
de un universo muy personal repleto de horrores cósmicos, seres de pesadilla,
dioses primigenios anteriores a los hombres deseosos de regresar a la tierra, situaciones
inquietantes y ambientes malsanos capaces de producir un molesto desasosiego en
el lector.
Considerado uno de los relatos más
perturbadores de Lovecraft y elegido por los lectores de la revista Weird Tales entre los mejores de 1929, El horror de Dunwich se sitúa como una de
las obras mayores del ciclo de los Mitos de
Cthulhu.
Una historia corta y de fácil
lectura. La forma ideal de introducirse en el angustioso y misterioso universo
gobernado por el dios Cthulhu y sus horrendas criaturas.
Género: Álbum Ilustrado Subgénero: Infantil /Juvenil Autor: Philippe Lechermeier /
Ilustraciones de Rébecca Dautremer Título: Diario secreto de Pulgarcito (Journal secret du
Petit Poucet) Año: 2009
Sinopsis:
Pulgarcito y sus hermanos son
abandonados en el bosque por su padre y su madrastra porque no tienen
suficiente comida en el período de la Gran Escasez. En su aventura se
encuentran con el profesor Maxilari, Luis el Mero, doña Zurrapa, el malvado
ogro Barbak... Gracias a la astucia de Pulgarcito conseguirán devolver la
comida a toda la población.
Una transgresora versión del clásico
cuento de Pulgarcito que os sorprenderá por su novedosa puesta al día. Un
precioso libro que llamó mi atención desde la estantería donde descansaba. Un
libro que compré para hacer un regalo y del que finalmente no pude
desprenderme.
En esta ocasión, es Pulgarcito quien
cuenta su historia en primera persona a modo de diario personal. En él anota
con todo lujo de detalles sus aventuras y vivencias, sus miedos, sus trucos de
supervivencia, describe a las personas que le rodean…
Un álbum magníficamente ilustrado, repleto
de recortes, de esquemas, de dibujos hechos a mano,… En definitiva, una
auténtica delicia para disfrutar tanto si eres niño como adulto enamorado de la
fantasía y el trabajo bien hecho.
Me duele el corazón y un pesado letargo
Aflige a mis sentidos, como si hubiera bebido
Cicuta o apurado un opiáceo hace sólo
Un instante y me hubiera sumido en el Leteo:
Y esto no es porque tenga envidia de tu suerte,
Sino porque feliz me siento con tu dicha
Cuando, ligera dríade alada de los árboles,
En algún melodioso lugar de verdes hayas
E innumerables sombras
Brota en el estío tu canto enajenado.
2
¡Oh, si un trago de vino largo tiempo
enfriado
En las profundas cuevas de la tierra
Que supiera a Flora y a la verde campiña,
Canciones provenzales, sol, danza y regocijo;
Oh, si una copa de caliente sur,
Llena de la mismísima, ruborosa Hipocrene,
Ensartadas burbujas titilando en los bordes,
Purpúrea la boca: si pudiera beber
Y abandonar el mundo inadvertido
Y junto a ti perderme por el oscuro bosque!
3
Perderme a lo lejos, deshacerme,
olvidar
Que entre las hojas tú nunca has conocido
La inquietud, el cansancio y la fiebre
Aquí, donde los hombres tan sólo se lamentan
Y tiemblan de parálisis postreras, tristes canas,
Donde crecen los jóvenes como espectros y mueren,
Donde aún el pensamiento se llena de tristeza
Y de desesperanzas, donde ni la Belleza
Puede salvaguardar sus luminosos ojos
Por los que el nuevo amor perece sin mañana.
4
¡Lejos! ¡Muy lejos! He de volar hacia
ti.
No me conducirán leopardos de Baco
Sino unas invisibles y poéticas alas;
Aunque torpe y confusa se retrase mi mente:
¡Ya estoy contigo! Suave es la noche
Y tal vez en su trono aparezca la luna
Circundada de mágicas estrellas.
Pero aquí no hay luz, salvo la que acompaña
Desde el cielo el soplo de la brisa cruzando
El oscuro verdor y veredas de musgo.
5
No puedo ver qué flores hay a mis pies
Ni el blando incienso suspendido en las ramas,
Pero en la embalsamada oscuridad presiento
Cada uno de los dones con los que la estación
Dota a la hierba, los árboles silvestres, la espesura:
Pastoril eglantina y blanco espino,
Violetas marcesibles recubiertas de hojas
Y el primer nuevo brote de mediados de mayo,
La rosa del almizcle rociada de vino,
Morada rumorosa de moscas en verano.
6
A oscuras escucho. Y en más de una
ocasión
He amado el alivio que depara la muerte
Invocándola con ternura en versos meditados
Para que disipara en el aire mi aliento.
Ahora más que nunca morir parece dulce,
Dejar de existir sin pena a medianoche
¡Mientras se te derrama afuera el alma
En semejante éxtasis! Seguiría tu canto
Y te habría escuchado yo en vano:
A tu réquiem conviene un pedazo de tierra.
7
¡No conoces la muerte, Pájaro inmortal!
No te hollará caído generación hambrienta.
La voz que ahora escucho mientras pasa la noche
Fue oída en otros tiempos por reyes y bufones;
Tal vez fuera este mismo canto el que una senda
Encontró en el triste corazón de Ruth, cuando
Enferma de añoranza, se sumía en el llanto
Rodeada de trigos extranjeros,
La misma que otras veces ha encantado mágicas
Ventanas que se abren a peligrosos mares
En prodigiosas tierras ya olvidadas.
8
¡Olvidadas! El mismo tañer de esta
palabra
Me devuelve, ya lejos de ti, a mi soledad.
¡Adiós! La Fantasía no consigue engañarnos
Tanto, duende falaz, como dice la fama.
¡Adiós! Tu lastimero himno se desvanece
Al pasar por los prados vecinos, el tranquilo
Arroyo y la colina; ahora es enterrado
En los calveros del cercano valle.
¿He soñado despierto o ha sido una visión?
Ha volado la música. ¿Estoy despierto o duermo?
“Ode to a Nightingale”
1
My heart aches, and a drowsy
numbness pains
My sense, as though of hemlock I had drunk,
Or emptied some dull opiate to the drains
One minute past, and Lethe-wards had sunk:
‘Tis not through envy of thy happy lot,
But being too happy in thine happiness,
That thou, light-wingèd Dryad of the trees,
In some melodious plot
Of beechen green, and shadows numberless,
Singest of summer in full-throated ease.
2
O for a draught of vintage!
that hath been
Cool’d a long age in the deep-delvèd earth,
Tasting of Flora and the country-green,
Dance, and Provençal song, and sunburnt mirth!
O for a beaker full of the warm South!
Full of the true, the blushful Hippocrene,
With beaded bubbles winking at the brim,
And purple-stainèd mouth;
That I might drink, and leave the world unseen,
And with thee fade away into the forest dim.
3
Fade far away, dissolve, and
quite forget
What thou among the leaves hast never known,
The weariness, the fever, and the fret
Here, where men sit and hear each other groan;
Where palsy shakes a few, sad, last grey hairs,
Where youth grows pale, and spectre-thin, and dies;
Where but to think is to be full of sorrow
And leaden-eyed despairs;
Where beauty cannot keep her lustrous eyes,
Or new Love pine at them beyond to-morrow.
4
Away! away! for I will fly to
thee,
Not charioted by Bacchus and his pards,
But on the viewless wings of Poesy,
Though the dull brain perplexes and retards:
Already with thee! tender is the night, 35
And haply the Queen-Moon is on her throne,
Cluster’d around by all her starry Fays
But here there is no light,
Save what from heaven is with the breezes blown
Through verdurous glooms and winding mossy ways.
5
I cannot see what flowers are
at my feet,
Nor what soft incense hangs upon the boughs,
But, in embalmèd darkness, guess each sweet
Wherewith the seasonable month endows
The grass, the thicket, and the fruit-tree wild;
White hawthorn, and the pastoral eglantine;
Fast-fading violets cover’d up in leaves;
And mid-May’s eldest child,
The coming musk-rose, full of dewy wine,
The murmurous haunt of flies on summer eves.
6
Darkling I listen; and, for
many a time
I have been half in love with easeful Death,
Call’d him soft names in many a musèd rhyme,
To take into the air my quiet breath;
Now more than ever seems it rich to die,
To cease upon the midnight with no pain,
While thou art pouring forth thy soul abroad
In such an ecstasy!
Still wouldst thou sing, and I have ears in vain—
To thy high requiem become a sod.
7
Thou wast not born for death,
immortal Bird!
No hungry generations tread thee down;
The voice I hear this passing night was heard
In ancient days by emperor and clown:
Perhaps the self-same song that found a path
Through the sad heart of Ruth, when, sick for home,
She stood in tears amid the alien corn;
The same that ofttimes hath
Charm’d magic casements, opening on the foam
Of perilous seas, in faery lands forlorn.
8
Forlorn! the very word is
like a bell
To toll me back from thee to my sole self!
Adieu! the fancy cannot cheat so well
As she is famed to do, deceiving elf.
Adieu! adieu! thy plaintive anthem fades
Past the near meadows, over the still stream,
Up the hill-side; and now ‘tis buried deep
In the next valley-glades:
Was it a vision, or a waking dream?
Fled is that music:—do I wake or sleep?
Artyom se levantó
de mala gana del lugar que ocupaba junto a la hoguera, y con el fusil
de asalto en ristre se adentró en la oscuridad. Se detuvo en el margen
de la zona iluminada, quitó ruidosamente el seguro del arma y gritó
con voz ronca:
-¡Alto ahí!
¡Contraseña!
Hacía un minuto,
había llegado a sus oídos un extraño roce y un sordo murmullo en la penumbra.
Pero entonces se oyeron unos pasos apresurados. Alguien escapaba
hacia las profundidades del túnel. Se había asustado de la voz rasposa
de Artyom y del chasquido del arma. Artyom volvió apresuradamente
junto a la hoguera y le gritó a Pyotr Andreyevich:
-Se ha largado
sin contestar.
-¡Inepto! Sabes
bien cuál es la orden: ¡Disparar de inmediato contra todo el que no
responda! Si no ¿cómo vas a saber de quién se trata? ¡Quizá fuera un
ataque de los Negros!
-No, no lo
creo. No era un humano… esos ruidos… y esa manera de caminar tan extraña…
¿Cree usted que no sé distinguir las pisadas de un hombre? Usted mismo
sabe muy bien, Pyotr Andreyevich, que los Negros atacan sin avisar. Hace
poco asaltaron un puesto con las manos desnudas. Avanzaron contra el
fuego de ametralladora. Pero esa criatura que estaba ahí ha puesto
pies en polvorosa… debía de ser un animal asustado.
-¡Ah, sí,
claro, Artyom, tú siempre tan listo! Pero si te han dado una orden, tu
deber es cumplirla y no darle más vueltas. Quizá fuera un espía. Ha
visto que somos pocos, y que sería fácil pillarnos desprevenidos… y
ahora nos van a liquidar, nos clavarán a cada uno un cuchillo en la garganta
y luego masacrarán a la estación entera, como en Poleshayevskaya,
y todo eso ocurrirá tan sólo porque no te lo has cargado cuando correspondía…
¡Ándate con ojo! ¡La próxima vez te ordenaré perseguirlo por el túnel!
Arjom se estremeció.
Trató de imaginar lo que podía haber en el túnel más allá de la frontera,
que se encontraba a 700 metros. Sentía pavor sólo con pensarlo. Nadie
se atrevía a sobrepasar los 700 metros en dirección norte. Las patrullas
iban con la dresina hasta el metro 500, iluminaban los postes de la
frontera con el proyector, y, tan pronto como se cercioraban de que no
se les había colado nada raro, volvían sobre sus pasos a toda velocidad.
Incluso los exploradores -hombres aguerridos, antiguos infantes
de Marina- se detenían en el metro 680, ocultaban la lumbre de los cigarros
con la mano y se limitaban a escudriñar las tinieblas con sus aparatos
de visión nocturna. Luego retrocedían con paso lento, silencioso,
sin dejar de vigilar el túnel, sin darse siquiera la vuelta.
El puesto
de observación donde montaban guardia en aquel momento se hallaba
en el metro 450, a
unos cincuenta de los postes fronterizos. Los controles en la frontera
tenían lugar una vez al día, y habían pasado ya varias horas desde
el último. Se hallaban en el puesto más avanzado. Unas criaturas -que
tal vez no lo hubieran hecho antes por temor a la patrulla- se estaban
acercando a la hoguera. A los hombres.
Artyom se
sentó y preguntó:
-¿Qué ocurrió
exactamente en Poleshayevskaya?
En realidad,
él ya se sabía la historia, una historia que helaba la sangre. Unos mercaderes
se la habían contado en la estación. Con todo, se emocionaba cada
vez que se la volvían a contar, igual que un niño que quiere que le cuenten
todo el rato historias terroríficas sobre mutantes sin cabeza y
vampiros que raptan bebés.
Estamos en el año 2033. Tras una
guerra nuclear devastadora, amplias zonas del mundo han quedado sepultadas bajo
escombros y cenizas debido a la radiación. También Moscú se ha transformado en
una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado bajo tierra, en la red
de metro. Em cada una de las estaciones, convertidas en pequeñas ciudades
Estado, sus habitantes se agrupan en torno a las diversas ideologías,
religiones o movidos por un único objetivo: impedir una invasión de las
criaturas mutantes del exterior.
Artyom, un joven soldado, será elegido
para penetrar en el corazón del Metro hasta la legendaria Polis y alertar a
todos del peligro que acecha a la estaciónde la que procede, la VDNKh, y a toda la red metropolitana. De él
dependerá el futuro de su hogar, del Metro y puede que de toda la Humanidad.
No deja de resultar curiosa la forma
en la muchas veces llegamos a los libros que luego ocuparán un lugar
privilegiado en nuestra biblioteca. En este caso se puede decir que fue la
casualidad. Paseaba porla sección de
fantasía y ciencia ficción de una librería en busca de algo que leer durante el
verano de 2014. De repente, un título llamó mi atención. No sabía nada de él
así que lo cogí en la mano. No pesaba mucho pese a tener bastantes páginas.
Además del título poseía otros puntos a su favor. La editorial era Timun Mas,
que muy buenos ratos me había hecho pasar con sus publicaciones. Y el autor era
ruso. Desconozco el porqué de mi debilidad por los autores de esta nacionalidad
pero debo reconocer que tienen algo me engancha enseguidaa sus historias (lo iréis descubriendo en
próximas entradas).
El caso es que le di la vuelta y leí
la sinopsis. La acción trascurría en Moscú en un futuro no muy lejano.
Suficiente para picar aún más mi curiosidad. Acababa de regresar de pasar unos
días en la capital rusa y tenía sus calles y edificios aún frescos en mi
memoria. Abro el libro y… ¡oh, sorpresa! Aparece una solapa desplegable con un
plano del metro de Moscú en el que pude reconocer muchas de las estaciones por
las que nos habíamos desplazado en la gigantesca capital… Mi imaginación se
acababa de disparar. Ese plano hizo que pasara por caja inmediatamente.
Y así comencé a leer las aventuras
del joven Artyom por su claustrofóbico mundo. Un protagonista con el que
simpaticé desde el principio. Algo poco habitual ya que la mayoría de las veces
me decanto por algún personaje secundario. Su viaje a través de la línea de
metro y las distintas sociedades que
la componen (Polis, la HANSA, la Línea Roja, la Confederación Arbat, el IV
Reich…) puede llegar a resultar algo monótono y repetitivo pero creo que el
tramo final salva la historia. Aunque también debo confesar que el desenlace me
resultó un tanto decepcionante. No sé. Me habría gustado que terminara con un
poco más de protagonismo para Artyom y las facultades que le hacen especial. De
todas formas la historia queda abierta para futuras aventuras…
Dmitry
Glukhovsky ganó el Encouragement Award of the European Science Fiction Society
del prestigioso concurso EuroCon en Copenhague por esta novela. Pero es posible
que muchos conozcáis la historia por el videojuego basado en este distópico
mundo surgido en las entrañas de Moscú.
Aquí os dejo la portada de mi nueva novela titulada El Dracón y el Lobo de Fuego. Un relato perteneciente a la serie de Aurrimar pero cuya trama y personajes poco tienen que ver con la trilogía de la Leyenda del Dios Errante.
En estos momentos nos encontramos en cola de impresión así que aún tardaremos unas semanas en tener el libro en nuestras manos. Un poco de paciencia. Ya va faltando menos ;)