Si hace poco os hablaba de "1883", hoy le toca el turno a su secuela, "1923", que a su vez es también precuela de "Yellowstone". Como veis, una saga familiar en toda regla.
Si "1883" me gustó y funcionaba genial
como western sobre pioneros, "1923" no le queda a la zaga en cuanto
intensidad del guión. Una especie de western tardío en un mundo en continua
transformación. Tradición frente a modernidad. La Ley Seca, la Gran Depresión,
la codicia, la sequía... La familia Dutton tendrá que adaptarse a los nuevos
tiempos o morir luchando para defender unas tierras que consideran suyas.
Una historia que se disfruta de principio a fin en
sus dos escenarios (Montana y África), y que tendrá una segunda temporada.
¡Sí! Lo confieso. Estoy enganchada a estas
precuelas de Yellowstone.
“1923” capítulo 4. La guerra y la marea turquesa.
La esperanza es ceder la autoridad al destino y confiársela a los caprichos del viento. Mi familia no espera. Luchamos por lo que queremos hasta que lo logramos o hasta que esa búsqueda nos destruye.
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