Sí, es un gran placer: transportar a tus oyentes tan solo con tus palabras a lugares inimaginables; sentirlos inmersos en tu imaginario; verlos "in situ" y no en diferido, como en los libros; compartir sus sensaciones y reacciones; verlos interactuar con tu fantasía, haciéndola crecer y modificándola con su involucración e interacción.
Es una comunión perfecta para un resultado espléndido.
Un orador y unos oyentes que influyen y alteran el hilo argumental. ¿Qué más se
puede pedir? El resultado es una narrativa viva, que evoluciona.
Imaginad por un momento que un escritor
escribiese libros, y sus textos pudiesen ser modificados en tiempo real por las
decisiones de los lectores a medida que avanzaran en la lectura. Y no hablo de
los clásicos "elige tu propia aventura", sino de algo que va más
allá. ¡Quién sabe! Algún día ocurrirá.
Pero de momento, la corona la portamos los Masters de Rol. Oradores, narradores, mímicos, improvisadores,
lenguaraces, imaginativos y psicólogos del momento, ya que tenemos a nuestros
"lectores" frente a nosotr@s.
La magia del narrar oralmente, no la cambiaría
por nada del mundo. Sea el público que sea: pequeños, adolescentes, adultos... Sus
reacciones ya son un regalo para el orador.
Sí, experiencia es necesaria: trucos mil,
atrezo, música, iluminación, tiempos... Es pura magia. Eres el revisor y
conductor de ese tren llamado imaginación. Has de procurar que tus viajeros
siempre estén "a gusto"
Si te gusta el tema, introdúcete en los juegos
de ROL. Ahí no existen las fronteras de lo real. Tu marcaras el límite. ¡¡
Hasta el infinito y más allá!! Transportarlos a universos increíbles, hazles
vivir situaciones para el recuerdo.
Jordi (@masterderol
en Instagram), posee
una amplia trayectoria como Master en juegos como: D&D, The Call of Cthulhu, Far West, Traveller, Paranoia, Kult, Caza
fantasmas, Star Wars, Stormbringer, Señor de los anillos, Mutantes en la sombra
(primera edición), Aquelarre, Vampiro,
Pendragon, Oráculo... Ahora, comparte aquí, en el Vector, sus muchas
experiencias con tod@s nosotr@s. ¡Y por qué no! Algún que otro relato también.
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