Sííí... ¡Me encanta! Burbujeante, abyecto, abstracto, ignominioso…
Esos perros de Tíndalo, ese Hastur, esos
Chthonians, Dagon y demás criaturas de pesadilla…
Las partidas
de “The Call of Cthulhu” son
como la piel de una cebolla, que a medida que vas quitando capas, te vas
sumergiendo más y más en un universo lacrimógeno, mortal, e incognoscible.
La cruda acción suele ser en el desenlace. Pero la
verdadera diversión radica en la
investigación, en el fluir del argumento: acumular datos, interactuar con
personajes de dudosa ética y procedencia, ratear en mohosas bibliotecas y
anticuarios, enfrentarse a sectarios, militares, mafiosos, corredores de antigüedades,
agencias secretas.... ¡Todo un
goce! Es lo que lo diferencia de los juegos de espada y brujería: es algo más
"real", tanto en tecnología como en personajes, vehículos, armas,
entornos…
Sus escenarios predilectos suelen ser alcantarillados,
manicomios, mansiones, mataderos, cementerios, pequeños pueblos, sótanos...
Recomiendo encarecidamente jugar con B.S.O. de
fondo tipo Aliens, Cementerio de animales, La profecía, The Mothman Prophecies,...y
un largo etcétera. Y si tenéis oportunidad, jugad a la luz de las velas. Todo
influye, todo suma.
Aquí recalco el trabajar entonación, voz y tempos.
Es de vital importancia a la hora de sumergir a los oyentes.
Juego muy, muy recomendable para jugadores que
quieran fusionar acción, investigación y terror .Vivir al límite.
En el mercado encontrareis el juego de Cthulhu
ambientado tanto en la actualidad como en los inicios del siglo XX (1900 en adelante).
Para gustos los colores. Leed algo de Lovecraft y entenderéis el ambiente.
¡¡¡¡ Lovecraft for ever !!!!!
Jordi (@masterderol en Instagram),
posee una amplia trayectoria como Master en juegos como: D&D, The Call of Cthulhu, Far West, Traveller,
Paranoia, Kult, Caza fantasmas, Star Wars, Stormbringer, Señor de los anillos,
Mutantes en la sombra (primera edición),
Aquelarre, Vampiro, Pendragon, Oráculo...
Ahora, comparte aquí, en el
Vector, sus muchas experiencias con tod@s nosotr@s. ¡Y por qué no! Algún que
otro relato también.
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