Nuevas letras. “La primavera ausente” de Rubén H. Ernand

Género: Novela

Subgénero: Fantasía / Grimdark

Autor: Rubén H. Ernand

Título: El Trastorno de Elaranne. Vol1. La primavera ausente

Año: 2018

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Sinopsis:

Hace siete años una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asoló los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una próspera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extrañas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demás. Un siniestro ser imaginario, al que él llama el Ausente, lo atormenta haciendo que su cordura esté siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los sueños de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conoció, se conviertan en realidad.

Todo cambia cuando la muerte reclama al único hombre que se preocupaba por él. La llegada de un misterioso extraño, que parece tener fuertes vínculos con sus padres, cambiará su vida para siempre. Cuando varios reinos parecen abocados a una guerra que puede sumir en el caos a las tierras de Balaeron, Kirius se ve arrastrado a una carrera contrarreloj para evitar el conflicto. Mientras tanto, en su interior, tiene lugar un enfrentamiento encarnizado en el que lucha por discernir si se está volviendo loco y por superar el temor que le provocan el críptico Ausente, y una insondable oscuridad que parece empeñada en seguir sus pasos.

 

“La primavera ausente” forma parte de esa literatura fantástica que últimamente se denomina Grimdark. Un subgénero que se situaría en el lado opuesto al idealismo de Tolkien o la fantasía clásica que todos conocemos. Suelen ser obras más realistas y adultas, donde reinan la amoralidad y la violencia. Historias en las que variopintos personajes (casi siempre de oscuro y misterioso pasado) se sumergen en intensas tramas cuajadas de dolor y sangre.

Joe Abercrombie sería uno de sus máximos representantes. Y como precisamente me encuentro leyendo su trilogía “La primera Ley”, puedo compararla con la novela de Rubén H. Ernand. Y sí, la similitud de estilos y tramas resulta evidente. Pero nada tiene que envidiar el relato de este autor autopublicado al superventas de Abercrombie.

Y lo que más me ha gustado de “La primavera ausente” han sido sus personajes. Siempre digo que soy una lectora de personajes. Necesito uno al que aferrarme para que me acompañe en la aventura que tengo entre manos. Personajes (casi siempre secundarios) con los que creo lazos tan fuertes que cuando alguno de ellos muere… ya nada es lo mismo; algo me falta. Aquí no he encontrado uno, sino varios, lo cual resulta bastante extraño. No creo que todos lleguen al final de esta extensa saga que es “El Trastorno de Elaranne”. La historia se torna cada vez más compleja y peligrosa para ellos. Y ya se sabe: “no hay nada que te acerque más a la muerte que ser el amigo del héroe”.

Una historia que he disfrutado y con la que espero seguir haciéndolo en las próximas entregas. Rubén se encuentra escribiendo el cuarto volumen de la saga, que de momento está compuesta por: “La primavera ausente”,”La corona marchita” y “Ruina de la luz”. Todos ellos los podéis encontrar en Amazon.