sábado, 7 de marzo de 2020

Favoritos 26. El hombre menguante


Género: Novela
Subgénero: Ciencia Ficción
Autor: Richard Matheson
Título: El hombre menguante (The Shrinking Man)
Año:1956


Sinopsis:

Scott Carey, un ciudadano vulgar y corriente, se percata un buen día de que su estatura disminuye de modo progresivo. Impulsado por su enérgico temperamento, procura adaptarse a sus nuevas dimensiones. Pero inevitablemente su vida se convierte en una tragedia. Scott, nuevo Gulliver en el país de los gigantes, horrorizado de su destino, se aparta de su mujer y de su hija y lucha solo por la vida en un mundo de proporciones cada vez más gigantescas.
Enfrentado a peligros inimaginables, e impulsado por un férreo afán de supervivencia, Scott se prepara para ingresar en dimensiones desconocidas...


El hombre menguante es un clásico, un magnífico representante de la ciencia ficción de los años 50. Sin duda una época dorada para las historias sobre seres extraterrestres, platillos volantes o el miedo a la energía atómica y sus nefastas consecuencias para la vida sobre la tierra. Una obra amena, corta y de fácil lectura; repleta de momentos tensos e inolvidables en los que un hombre lucha contra un mundo que se torna cada vez más extraño y amenazante. Una disfrutable reflexión sobre el sentido de la existencia; y, sobre todo, un relato con uno de los finales más hermosos y prometedores que recuerdo.

SPOILER: últimas frases del libro

Era un mundo fantástico.
Había mucho que hacer y mucho en qué pensar. Su cerebro rebosaba de preguntas, ideas, y -sí- renovada esperanza. Tenía que encontrar comida, agua, ropa, refugio. Y, lo que era más importante, vida. ¿Quién podía asegurarlo? Era posible, era muy posible que la encontrara allí.
Scott Carey corrió hacia su nuevo mundo, buscando.


En 1957 se realizó una película, The incredible Shrinking Man, dirigida por Jack Arnold y con guion del propio Matheson. Una auténtica joyita de serie B del cine fantástico y que hoy en día no puedo dejar de ver sin una sonrisa en los labios. Yo creo que ni fobia hacia las arañas, y bichos pequeños en general, proviene de haber visto en la tele esta película cuando era una niña (bueno y Cuando ruge la marabunta). Me resulta espeluznante esa imagen de un hombrecillo diminuto enfrentándose con un alfiler a una gigantesca araña que amenaza una y otra vez con devorarlo… 


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