Como narrador oral, y por experiencia, os diré: no hay nada más complejo que dirigir juegos de rol basados en la ansiedad, el miedo o el terror; y, además, ser creíble creando el ambiente. Dícese de KULT o THE CALL OF CTHULHU.
La heroicidad y la aventura, la risa, la diversión
y el misterio, son cosas relativamente fáciles de transmitir a nuestros
jugadores. Son sensaciones que afloran con rapidez. Con una sola tecla lo
consigues: un combate, un tesoro, un brujo maligno... En esas partidas las
sensaciones fuertes son puntuales y de rápida resolución.
Pero cuando nos trasladamos durante un prolongado
espacio de tiempo (que puede ser toda la partida) al mundo del terror, el miedo,
las fobias y la incertidumbre, ahí estaremos en otra liga, en otro nivel.
Requerirá de nosotros, Másters, un gran esfuerzo
de concentración y un buen control de la situación. Si de verdad queremos
transmitir esas sensaciones, y no desemboque todo en un jiji, jaja, deberemos
apoyarnos en varios pilares: el entorno (iluminación, silencio), atrezo
(maquetas, mapas, cartas), ambientación (música adecuada). Y, por descontado, tendremos
que cuidar nuestra narrativa: el tono, la retórica, los tiempos, la mímica y el
lenguaje no verbal, y la seriedad. Es lo que toca. La muerte y locura están ahí,
esperándote.
Resulta agotador, pero los frutos son exquisitos.
Vale la pena el trabajo invertido. Los jugadores habrán disfrutado de una
experiencia enriquecedora plagada de incertidumbre y desconcierto.
Jordi (@masterderol
en Instagram), posee
una amplia trayectoria como Master en juegos como: D&D, The Call of Cthulhu, Far West, Traveller, Paranoia, Kult, Caza
fantasmas, Star Wars, Stormbringer, Señor de los anillos, Mutantes en la sombra
(primera edición), Aquelarre, Vampiro,
Pendragon, Oráculo... Ahora, comparte aquí, en el Vector, sus muchas
experiencias con tod@s nosotr@s. ¡Y por qué no! Algún que otro relato también.
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