Uno no
implora la misericordia del sol.
No
importa cuán exótica se vuelva la civilización humana, no importa el desarrollo
de la vida y la sociedad ni la complejidad de las relaciones máquina/hombre;
sea como sea, siempre se producen interludios de solitario poder durante los
cuales el curso de la humanidad, el auténtico futuro de la humanidad, depende
de las acciones relativamente simples de una sola individualidad.
Del Libro Santo Tleilaxu
Monza
enarcó las cejas. Aunque fuese innegable que su grupo era de lo más variopinto,
los planes que son una locura sólo pueden llevarse a cabo con gente que esté
medio loca. Porque la gente cuerda puede tener la tentación de atajar por el
camino fácil.
—¿Cuándo comenzará
mi aprendizaje, Señor?
—Ya ha comenzado —respondió
Ogión.
Hubo un silencio,
como si Ged estuviera callando algo. Al fin dijo:
—¡Pero si aún no he
aprendido nada!
—Porque
no has descubierto lo que estoy enseñándote —replicó el mago, marchando con
pasos largos y firmes a lo largo del camino, el alto desfiladero que une los
Burgos de Ovark y Wiss.
Si
te conviertes en algo demasiado duro, acabarás siendo demasiado frágil. Porque,
si algo de ti se rompe, se romperá todo lo demás.
Claro que puedes confiar en un goblin, y lanzar un gremlin a la piscina también, siempre y cuando lo que busques sean problemas, por supuesto…
Morir
es fácil, solo se necesitan unos segundos para huir de la existencia. Vivir es
algo muy diferente. Sobreponerse al dolor y a las dificultades requiere una
fuerza que no todos poseen.
Lo único que había pasado por sus labios agrietados ese día era agua, y el hambre le roía las tripas. Al menos había dejado de llover. Hay que aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida, como disponer de un par de botas secas. Hay que valorar esas pequeñas cosas cuando no se tiene nada más.
—Más
sólidos los desearía yo —replicó—. No solamente el profeta ha de desfigurar sus
visiones, también es el deber de un historiador reencarnado. Es un profeta que
dirige la vista atrás, porque el pasado que se aleja se hace tan irreal como el
futuro que se acerca. Los acontecimientos se desgajan irremisiblemente en la
corriente del tiempo.
Si prestas demasiada atención a aquello que se esconde en tu pasado, es posible que acabes otorgándole el poder de destruirte.
“A veces ser el que ostenta el mando significa
poseer menos libertad que la que tiene el menor de los siervos”.
¿Por qué debo consumirme en ataduras microscópicas que irritan el espíritu y reprimen la mente, cuando a través de las nubes fulgura atrayente el más allá, cuyos relucientes panoramas se mofan de la pequeñez del hombre?