Subgénero:Terror
Autor: Edgar Allan Poe
Título: La caída de la Casa Usher (The Fall of the House of Usher)
Año:1839
Sinopsis:
Un joven caballero es invitado al
viejo caserón de un amigo de la infancia, Roderick Usher, artista enfermizo y
excéntrico que vive completamente recluido en compañía de su hermana, Lady
Madeline, también delicada de salud. Usher vive presa de una enfermedad
indefinible, lo que hace a todos temer por su vida. La que acaba muriendo es su
hermana. Sus restos mortales son depositados en una cripta, pero no tardan en
producirse terribles acontecimientos que desembocarán en un trágico final.
La caída
de la Casa Usher es la quintaesencia del cuento gótico: una casa embrujada,
un paisaje lúgubre, dos hermanos gemelos, una enfermedad misteriosa… Todos los
elementos del género son fácilmente identificables y, sin embargo, parte del
terror que inspira esta historia se debe a su vaguedad; no podemos decir a
ciencia cierta en qué parte del mundo o exactamente cuándo tiene lugar la
historia. Estamos solos con el narrador en este espacio embrujado, y ni
nosotros ni el narrador sabemos por qué. Publicado por primera vez en la
revista Burton’s Gentleman’s Magazine en 1839, es una de las obras de Poe
preferidas por la crítica, y la que el propio autor consideraba la más lograda
que había escrito."
Tal vez sea La caída de la Casa Usher el primer relato de terror cuyo argumento
(y sobre todo su título) se quedó grabado en mi cerebro de forma indeleble. Y
no fue la prosa de Poe la que obró aquella proeza sino las imágenes de una
película de Roger Corman basada en la obra del estadounidense y protagonizada
por Vincent Price.
Lo reconozco: pese
a mi corta edad era una adicta a las
películas de bajo presupuesto creadas por Corman y su equipo. Cómo describir
aquellos decorados de cartón piedra reutilizados en muchas de sus producciones;
aquellos ambientes góticos y de colores intensos saturados de niebla y espacios
opresivos que servían para recrear angustiosas historias protagonizadas por personajes
torturados y siempre al borde del abismo… Aún hoy me gusta visionarlas de vez
en cuando y sigo disfrutando de su cutre e ingenua apariencia y de la siempre
elegante presencia de todo un clásico como es Vincent Price, repetidamente
homenajeado por otro de mis directores favoritos: Tim Burton.
Pasaron muchos años
hasta que descubrí que historias como La
caída de la Casa Usher, El péndulo de la muerte, La máscara de la muerte roja o
El cuervo se basaban en los relatos de un escritor llamado Edgar Allan Poe.
Picada por la curiosidad me compré una recopilación de sus poemas y relatos y…
me convertí en una de sus grandes admiradoras.
Os recomiendo su
lectura. Nunca es demasiado tarde para a cercarse a su obra; y por qué no…
también a la de Roger Corman. Es lo bueno que tienen los clásicos: son
atemporales, las modas del momento no les influyen lo más mínimo y se pueden
disfrutar en cualquier momento y a cualquier edad.
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