Pedro
Muñoz Seca es el autor de una de las piezas teatrales más representadas del
teatro español de todos los tiempos. La Venganza de Don
Mendo
constituye una autentica obra maestra del humor y el disparate (o del astracán
como lo llamaba su autor). Una sátira de los dramas románticos ambientados en
el Medievo y con un guiño indiscutible a los sangrientos finales de las
tragedias de Shakespeare. Los versos fluyen con frescura y originalidad. Todo vale
con tal de hacer reír al espectador, incluso saltarse la métrica o inventarse
las palabras que componen sus ingeniosos versos.
MORA DE LA
MORERÍA
(De la Venganza de Don Mendo)
(De la Venganza de Don Mendo)
MENDO. - ¡Mora
de la morería!…
¡Mora que a mi lado moras!…
¡Mora que ligó sus horas
a la triste suerte mía!…
¡Mora que a mi lado moras!…
¡Mora que ligó sus horas
a la triste suerte mía!…
¡Mora que a mis plantas
lloras
porque a tu pecho desgarro!…
porque a tu pecho desgarro!…
¡Alma de temple
bizarro!
¡Corazón de cimitarra!
¡Corazón de cimitarra!
¡Flor la más bella del
Darro
y orgullo de la Alpujarra!…
y orgullo de la Alpujarra!…
¡Mora en otro tiempo
atlética
y hoy enfermiza y escuálida,
a quien la pasión frenética
trocó de hermosa crisálida
en mariposa sintética!…
y hoy enfermiza y escuálida,
a quien la pasión frenética
trocó de hermosa crisálida
en mariposa sintética!…
¡Mora digna de mi amor,
pero a quien no puedo amar
porque un hálito traidor
heló en mi pecho la flor
aun antes de perfumar!…
pero a quien no puedo amar
porque un hálito traidor
heló en mi pecho la flor
aun antes de perfumar!…
Deja de estar en
hinojos.
Cese tu amarga congoja,
seca tus rasgados ojos
y déjame que te acoja
en mis brazos, sin enojos.
seca tus rasgados ojos
y déjame que te acoja
en mis brazos, sin enojos.
No celes, que no es
razón
celar, del que por su suerte
en una triste ocasión
por escapar de la muerte
dejó en prenda el corazón.
celar, del que por su suerte
en una triste ocasión
por escapar de la muerte
dejó en prenda el corazón.
No celes del
desgraciado
que sin merecer reproche
fue vilmente traicionado
y cambióse en media noche
por no ser emparedado.
que sin merecer reproche
fue vilmente traicionado
y cambióse en media noche
por no ser emparedado.
Ni a ti ni a nadie ha
de amar.
Déjame a solas pensar
sentado en aqueste ripio,
sin querer participar
del dolor que participio.
Déjame a solas pensar
sentado en aqueste ripio,
sin querer participar
del dolor que participio.
Déjame con mi revés:
si quieres besarme, bésame,
consiento por esta vez,
pero déjame después.
Déjame, Azofaifa, déjame.
si quieres besarme, bésame,
consiento por esta vez,
pero déjame después.
Déjame, Azofaifa, déjame.
AZOFAIFA. - Adiós,
mi amor, mi destino,
asesino peregrino
de mi paz y mi sosiego.
Adiós, Renato divino.
asesino peregrino
de mi paz y mi sosiego.
Adiós, Renato divino.
MENDO. -Adiós,
adiós. Hasta luego.
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