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domingo, 27 de enero de 2019

Favoritos 18. Las legiones malditas

Género: Novela
Subgénero: Histórica
Autor: Santiago Posteguillo
Título: Las legiones malditas
Año: 2008


Sinopsis:

Publio Cornelio Escipión, conocido por el apodo de Africanus, era considerado por muchos el heredero de las cualidades militares atribuidas a su padre y a su tío. Pero de ellos no sólo había recibido estos magníficos atributos, sino también algunos enemigos, entre otros Asdrúbal, el hermano de Aníbal, y el general púnico Giscón, quienes harían lo posible por acabar con su enemigo y masacrar sus ejércitos. Los enemigos también acechaban en Roma, donde el senador Quinto Fabio Máximo, en una jugada maestra, obliga a Escipión a aceptar la demencial tarea de liderar las legiones V y VI que permanecían desde hacía tiempo olvidadas en Sicilia. Así, según creía el senador, lograría deshacerse del último de los Escipiones. Pero otro era el destino de las legiones malditas que, de la mano de Africanus, lograrían cambiar un capítulo de la historia.
 
 
¿Os gustan las películas de romanos? Yo debo confesar que sí. Y Gladiator de Ridley Scott es sin duda una mis favoritas (la verdad es que el bueno de Ridley tiene unas cuantas en esa lista). No deja de resultar curioso este hecho porque como ya he comentado en alguna que otra ocasión no me suelen apasionar las novelas históricas… y las películas bastante menos.

Las legiones malditas fue un libro que le regalé a mi padre en Reyes de 2017. A él le gustaba mucho leer historia pero no se animaba con las novelas. Decidí probar suerte y cambiar un poco de tercio. Más de 800 páginas que consiguió terminar pero que no llegaron a entusiasmarle. Cada vez que le preguntaba sobre la lectura siempre me contestaba lo mismo: estos romanos se pasaban el día matando gente. Eran unos sanguinarios. Y no iba descaminado el hombre… Según una amiga bibliotecaria, las novelas de Posteguillo son mejor recibidas por los hombres que por las mujeres. Tanta sangre, tanta batalla… Yo aún no entiendo esa división entre novelas con temática para hombres y novelas pensadas para mujeres. Como tampoco comprendo a esa gente que deja de leer literatura infantil o juvenil por considerarla poco seria o irrelevante. ¡En fin! ¡Qué le vamos a hacer! Rarita que es una.
El caso es que el libro quedó aparcado en una de las estanterías del salón hasta que un buen día me quedé sin nada nuevo que leer. Lo miré. Era gordo, muy gordo. ¿Y si no me gustaba? Odio dejar los libros a medias (solo me ha pasado en tres ocasiones). Yo ya había leído con anterioridad alguna cosilla de Santiago Posteguillo (La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, recomendado en este mismo blog) y me había gustado su forma de escribir. ¿Qué mejor referencia que esa?
 
Debo reconocer que caí rendida ante las legiones desde el capítulo uno. No sé, lo tenía todo en mi cabeza: los personajes, los escenarios, el vestuario, la atmósfera… No necesité demasiado esfuerzo para adentrarse en los acontecimientos que narraba. Acontecimientos que por otro lado conocía medianamente bien por mis estudios de Historia Antigua. Oxidados los tenía, no voy a negarlo. Las Guerras Púnicas y sus protagonistas hace muchos años que dejaron de preocuparme. Publio Cornelio Escipión nunca fue un personaje al que prestara demasiada atención en aquella época. Aunque como a la mayoría de la gente le sucederá sí recordaba a Aníbal y sus elefantes. Doy las gracias al autor por obligarme a repasar aquel período de la historia de Roma que ahora veo con ojos bien distintos.

 
 
Publio Cornelio Escipión. ¡Madre mía, menudo personaje para una serie! No puedo decir que sea un tipo que me haya caído especialmente simpático. Lo admiro por su juventud, por su inteligencia, por su genial visión estratégica en el campo de batalla (nada que envidiar a Alejandro o Napoleón), por su intuición a la hora de rodearse de hombres fieles hasta la muerte… Pero no deja de ser un hombre tan  ambicioso, cruel y despiadado como cualquiera de sus enemigos.
No me sucede lo mismo con la camarilla de aguerridos soldados de los que se rodea: Cayo Lelio, Lucio Marcio Septimio, Quinto Terebelio, Sexto Diginio, Mario Juvencio, Silano, Cayo Valerio… Hombres duros, hombres valientes para los que la Legión es su vida, servir a Roma su destino y Escipión su dios. Son ellos los que consiguieron arrancarme, por su entrega y su coraje, alguna que otra lagrimilla cuando sus almas por fin se encaminaron al Elíseo.
En definitiva, una lectura apasionante y muy didáctica. El apéndice con todos los términos en latín que enriquecen la narración es muy útil, al igual que los mapas y gráficos sobre la disposición de las tropas en las diferentes batallas. La legión ya no tendrá secretos para ti jajajajaj…
 
Al comprar Las legiones malditas ignoraba que formaba parte de una trilogía: Africanus. No sé si sucederá lo mismo con El hijo del cónsul y La traición de Roma, pero esta segunda entrega se puede disfrutar perfectamente independientemente de las otras dos.
 

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